Entre los comerciantes tucumanos prevalecen dos sensaciones desde ayer: por un lado, el temor que les genera la posibilidad de verse obligados a afrontar el pago de un bono de fin de año y, por el otro, la esperanza de que el acuerdo entre el Gobierno, los empresarios y la CGT no los alcance.
“El comercio abrió paritarias por segunda vez en el año; ya dimos un aumento en septiembre y el resto se pagará en enero. De acuerdo con las instrucciones que llegan desde la CAME (la Camara de la Mediana Empresa), quedaríamos afuera del acuerdo por el bono”, le explicó a LA GACETA Raúl Fioretti, presidente de la Cámara de Comerciantes de Tucumán.
Con respecto al bono de $2.000, el empresario se mostró preocupado. “La situación del comercio es gravísima. Estamos en pésimas condiciones para afrontar ese gasto”.
Fioretti argumentó que las ventas por el Día de la Madre (una de las fechas más importantes para el sector) no fueron tan buenas como se las esperaba; de hecho, se produjo una caída de casi el 5% con respecto al año pasado. “Esperamos que diciembre sea un buen mes gracias a Navidad y a Año Nuevo. Además, porque enero y febrero son los peores meses del año para nosotros”, especificó.
El Gobierno, los empresarios y los gremios acordaron ayer el pago de un bono de fin de año que tendrá como piso los $ 2.000. Será no remunerativo y será negociado por las empresas y los gremios de cada sector productivo.